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CUCARACHAS, PLAGA MUNDIAL

Cualquier insecto reduce su metabolismo por debajo de los 10° C, las cucarachas lo hacen debajo de los 7°

Por Guillermo Tarelli, Ingeniero Zootecnista

HERRAMIENTAS DE CONTROL FÍSICO.

FRÍO. Cualquier insecto reduce su metabolismo por debajo de los 10° C, las cucarachas lo hacen debajo de los 7° C. Por debajo de esta temperatura las funciones de locomoción se enlentecen, al igual que la ingesta de alimentos y la reproducción. Los ciclos de vida se hacen más largos, e inclusive, pueden interrumpirse. Por esta razón, y luego de muchos ensayos, los especialistas de control y manejo de plagas han experimentado cuales son las temperaturas mínimas que afectan a las diferentes plagas.

En lo referente a las cucarachas, pueden morir en cuestión de minutos (30′) si son sometidas a temperaturas bajo cero dentro de un congelador (-15 a -21 grados). Para esto, es sumamente importante que sean sometidas al frío intenso bruscamente, partiendo de la temperatura ambiente al frío máximo directamente. Si el descenso de temperatura es gradual, podrían adaptar su metabolismo para sobrevivir. No obstante esto, cualquier insecto morirá expuesto a temperaturas bajo cero, solo es cuestión de tiempo. Por esta razón, se sugiere tratar con frío los elementos infestados al menos por 24 horas.


La cucaracha alemana (Blatella germánica), debido a sus hábitos de vida en interior de pequeños muebles y/o electrodomésticos, es la que requiere con mayor frecuencia el uso de esta herramienta de gran eficacia para todos los estadios que comparen el ciclo metamórfico.

El frío extremo no deja residuos, al igual que el calor, por eso se integran como herramientas del manejo “ecológico” de plagas. El uso de equipos generadores de hielo seco a partir de Co2 es importante para tratar con frío aquellas colonias ubicadas en grietas o sitios inalcanzables. Los cristales de hielo generados por el equipo alcanzan temperaturas de -78 °C. Esta tecnología, conocida originalmente como Cryonite se encuentra hoy difundida por todo el mundo.

CALOR. La mayoría de los insectos sufren fuertes mecanismos de deshidratación por encima de los 45° C. Las cucarachas se controlan con éxito entre 60° y 65° C durante 5 o 6 horas. Al igual que el frío intenso, el tiempo de exposición requerido para controlar plagas, se reduce a medida que la temperatura se incrementa. No obstante esto, es fundamental considerar la temperatura máxima de tolerancia de los elementos que contienen las cucarachas y serán sometidos al calor. En el mundo suelen utilizarse caloventores industriales diseñados para este fin, aunque en los países de Latinoamérica esta tecnología no se encuentra muy difundida. Además, muchos países poseen serios problemas estructurales de las redes eléctricas que hacen que no sea aplicable este modelo, al menos por el momento. Si pueden tratarse muebles o electrodomésticos en cámaras de calor u hornos destinados a este fin. Muchas empresas transforman pequeñas habitaciones en cámaras de calor, teniendo en cuenta que este debe ser “seco” y estable, razón por la cual debe ser generado por alguna fuente eléctrica y la habitación debe estar debidamente aislada.


MODIFICACIÓN DE ATMÓSFERA. Implica reemplazar el oxígeno con otro gas en el ámbito en el cuál se encuentran los insectos. Lo más empleado es la inyección de Co2. Este gas, en la concentración adecuada, genera daños irreversibles en el sistema nervioso central. Este daño puede darse entre 2 y 24 horas, dependiendo de la concentración y la temperatura ambiente. Actúa eficazmente contra los estadios móviles (ninfas y adultos), no así sobre huevos. Los tratamientos habituales implican colocar los muebles o electrodomésticos a tratar dentro de una bolsa de nylon de 200 micrones, quitar el aire mediante vacío e inyectar Co2 hasta “inflar” nuevamente la bolsa, finalmente cerrarla y dejarla durante 24 horas. Está ampliamente demostrado que esta práctica elimina la totalidad de los estadios móviles de las cucarachas.

ASPIRACIÓN. La aspiración es una práctica importante que favorece la eliminación de restos orgánicos alimenticios, exoesqueletos residuales de los procesos de muda, insectos muertos y fundamentalmente ootecas que puedan estar en el ambiente. Los equipos ideales son aspiradoras ciclónicas de 1.800 a 2.000 watts, sin bolsa y con vasos colectores transparentes. Estos equipos no requieren aplicación adicional de plaguicidas o disposición en freezer del material aspirado ya que todo resulta triturado.

Vía Revista Plagas, Argentina

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