¿POR QUÉ ES NECESARIO EL CONTROL DE PLAGAS DEL JARDÍN?
Aunque puede resultar un tema algo polémico, la fumigación del jardín precoz y controlada evitará la propagación masiva de plagas y sus nocivas consecuencias. Las plagas de insectos o roedores aparte de ser un foco de infecciones y enfermedades para humanos y animales, causan pérdidas económicas evitables.
Para quienes poseen jardín, la prevención y un correcto mantenimiento les permitirá mantenerlo limpio y cuidado, asegurando las condiciones idóneas para el sano crecimiento de las especies que allí viven.
Con la llegada del incipiente calor y de las abundantes lluvias, la primavera es la estación ideal para incorporar el Manejo Integrado de Plagas a las tareas propias del mantenimiento de este espacio de recreo doméstico. En primavera es cuando más crecen las plantas y cuando mayor riesgo de plagas existe.
Al igual que se debe regar, podar, trasplantar o abonar se debe fumigar para evitar males mayores. Una actuación profesional temprana acometida por parte de Exmip American impedirá que la masificación de pulgones, arañas, orugas, termitas, cucarachas, avispas y otras plagas prospere y ponga en peligro la totalidad de nuestro césped.
La primavera es el momento adecuado para:
Abonar.
Podar plantas, árboles y arbustos.
Practicar una fumigación preventiva.
Trasplantar.
Con la intención de asegurar un mayor crecimiento de nuestras plantas y árboles deberemos eliminar las ramas muertas, las entrelazadas o las que estorben, así como deshacernos de al menos el 35% de su follaje. En el caso concreto de los arbustos, será interesante cortar en primavera los troncos más viejos, y quedarnos sólo con los más jóvenes, para darle vigor a su desarrollo.
Si tenemos setos tendremos que reducir su altura a la mitad para darles forma y cortar también sus raíces a una profundidad de 20 centímetros. Esta poda intensiva debe acompañarse siempre de un buen abono para asegurar un crecimiento revitalizado.
El abono
Sin nutrientes nuestras plantas y árboles carecen de lo esencial para mantenerse sanas y poder defenderse de la amenaza de posibles plagas. Se recomienda añadir composta una vez al año y si es en primavera mejor. Existen muchos tipos de abonos y fertilizantes, siendo los de liberación lenta los de mayor durabilidad. La ceniza de leña o el purín de ortiga son una interesante opción natural para abonar el suelo y proteger nuestras plantas de las enfermedades.
La fumigación preventiva
Especialmente si hemos sufrido alguna plaga con anterioridad, será necesario fumigar al menos una vez al año y tomar ciertas precauciones preventivas como plantar especies aromáticas, para aprovechar su capacidad natural para repeler moscas, arañas, pulgones u hormigas.
Vegetaciones como: – Romero – Lavanda – Salvia – Albahaca – Menta – Tomillo – Estragón
Además de su aportación decorativa, nos proporcionarán aroma y condimento para enriquecer nuestros platos y ambientar nuestro hogar. Las moscas de la zanahoria no la atacarán si colocamos al lado romero o salvia, el taco de reina mantendrá alejados a los chinches, mientras que para hacer frente a las hormigas las plantas de sésamo son las más indicadas.
Algunas recomendaciones al fumigar
Como pauta general, se recomienda que la fumigación se realice por profesionales y empleando cuantos menos químicos mejor. Siempre se debe actuar si existe evidencia de que existe una agresión y localizar el área a fumigar para no dañar a otros ejemplares e insectos que pueden ser beneficiosos para la planta. En Exmip American conocemos perfectamente qué productos o diluciones y con qué frecuencia emplearlos para combatir cada plaga en concreto. Los remedios caseros suelen ser contraproducentes, ya que además de no resolver el problema pueden desencadenar nuevas plagas.
Si tenemos pinos, cedros o abetos en nuestro jardín, la oruga procesionaria puede ser una seria amenaza. Dado que tras la eclosión de los huevos pueden transcurrir entre 7 y 9 meses (en las zonas más frías) entre estadios larvarios, de muda y crecimiento, suelen emplearse las trampas de feromonas (en los meses de verano) y las inyecciones de insecticidas en el tronco (durante el otoño e invierno) para impedir que se alimenten del árbol y lo debiliten.
Por lo general, es algo que suele pasar desapercibido, pero cambiar el PH del agua es útil como coadyuvante de la efectividad del insecticida, acaricida o fungicida administrado. En este sentido, los mojantes son adecuados para prolongar la acción del tratamiento, mientras que los abonos foliares aportan mayor resistencia y fortaleza a las plantas para hacer frente a las eventuales plagas.
La limpieza, la prevención y el mantenimiento periódico del jardín, incluyendo la fumigación si es necesaria, son las claves para poder disfrutar de un espacio verde bonito, limpio y saludable, del que todos nos beneficiaremos.
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